“Estamos
encadenados a formas de movernos, a formas de pensar y a formas de
percibir y sentir. Somos esclavos de nuestros propios automatismos.” F.
M. ALEXANDER.
“La
agrietada taza de café ya estaba vacía, y habían pasado exactamente 4
horas desde que termino mi turno. Si bien las horas extras pagan el
alquiler, no fue esa la razón por la cual me permití dominar por la
ansiedad y extender de más mi jornada laboral.
El
caso del paciente 1729, y su muestra de sangre me mantendrían encerrado
en el laboratorio, no puedo pensar, estoy totalmente ofuscado con los
nuevos resultados que arrojan los análisis.
A
veces intento dejarme convencer por la extravagante idea de que el no
pertenece a este lugar y vino a dejarnos un mensaje, pero si fuera así
tal vez su destino no hubiera sido una habitación reforzada de este
hospital psiquiátrico.
El reloj no
da tregua y poseo todos los elementos para dar una revolución en la
medicina, pilas de documentos y análisis, y decenas de viales. Soy muy
modesto y tengo la seguridad de haber manejado este asunto con tal
minuciosa discreción que me he asegurado de ser el único en poseer esta
información en mis manos. No puedo permitirme ningún error hasta que la
ansiedad se disipe en la hora de la exposición de la tesis.
Una
idea perturba el lente del microscopio, ¿Estaré en lo correcto?, estoy
tan desesperado por no dejar caer esta información en manos equivocadas
que olvide cuales son dichas manos.
¿Y
si el consejo de medicina no está preparado para manejar tal
información? ¿o quizá aun el mundo no esté listo? ¿y si tras exponerlo
otro bastardo hace un mal uso de ella?... Pero funciono en el el loco de
Ted, ¿Qué podría salir mal?
Tengo
algo mejor, sin intenciones de procrastinar, llamare a mi asistente y
pospondré la exposición hacia la otra semana, despejare mis dudas e ire
con confianza, si me ven nervioso podrían refutar todos mis argumentos y
tantos años de esfuerzo podrían terminar en la sección de los mediocres
de la escuela de enfermería.
Mi
razón esta deseosa de publicarla pero mi alma advierte que podría
cometer el peor de los pecados, que la humanidad es mucho mas valiosa
que mis ambiciones, que merece otra oportunidad.
Iré
a descansar un poco, solo espero que al llegar esos malditos gatos no
hayan entrado nuevamente a husmear en mi departamento.”
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